En 1854, José Manuel Zugasti, nacido en Mondragón, construyó en Bilbao el reloj de la Basílica de Loyola. Después de muchos años en marcha, este reloj se guardó en el desván del campanario. Hace dos años aproximadamente, los jesuitas encontraron el reloj tapado y bien guardado en el campanario. Al comprobar el riesgo que corría de estropearse por la falta de uso, decidieron ponerse en contacto con la asociación “Yeregui Elkartea” de Zumaia para que lo pusieran en funcionamiento. En marzo del año pasado, Xabier Álvarez y Begoña Arruti, miembros de la asociación, se pusieron en marcha para restaurar este reloj que se ha inaugurado el 11 de septiembre. Según dice el P. Félix Juan Cabasés SJ, el reloj podrá ser visitado por aquellos que se acerquen a la Basílica.
Durante la presentación han hablado el P. Félix Juan Cabasés SJ, Xabier Álvarez y Begoña Arruti. También ha participado Teresa Etxaniz, ingeniera que ha realizado el examen exhaustivo del reloj.
En el proceso de restauración del reloj, han tomado parte muchas personas, y se ha querido agradecer su esfuerzo durante la presentación: En palabras de Arruti, “Los relojes están compuestos por muchas piezas, unas grandes y vistosas y otras pequeñas. Sin estas piezas pequeñas, el reloj no podría funcionar. La vida también es así, y si algunos de los que hemos formado parte del proceso de restauración no hubiera estado, este reloj no podría funcionar a día de hoy”. Félix Juan Cabasés SJ ha comentado que este reloj marcó una “profunda tiranía” en el valle de Iraurgi, “la tiranía de la puntualidad”. “A día de hoy aún vivimos bajo esa tiranía” ha añadido. Etxaniz ha ofrecido detalles técnicos del reloj, y Álvarez para terminar, ha mostrado su agradecimiento a todos los presentes y a aquellos que han formado parte del proceso. “por el trabajo realizado y por toda la ayuda”.

Participante de los Fondos Next Generation